Tradiciones y costumbres de Cuba

¿Qué tradiciones y costumbres hay en Cuba?

Gran detalle de costumbres y tradiciones de Cuba, en los siguientes párrafos.

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Gastronomía

La alimentación en la vida diaria

La dieta diaria normal en Cuba es bastante simple. El arroz y los frijoles son un alimento básico, complementado con plátanos fritos, tubérculos y verduras. Los pepinos son un complemento vegetal barato y abundante. Mientras que la carne de res era consumida por todos los segmentos de la población, el cerdo y el pollo la han superado como una alternativa más económica.

La carne de cerdo se convierte en un jamón de baja calidad llamado jamón vikin, que costaba alrededor de 2 dólares por libra en La Habana en el verano de 2000. La carne de vacuno prácticamente no está disponible para los habitantes de las ciudades.

Históricamente, más de la mitad de la ingesta calórica diaria ha sido importada. A pesar de los esfuerzos para revertir esta situación, la agricultura se ha dedicado principalmente al azúcar.

Tanto Estados Unidos como, más tarde, la Unión Soviética, desalentaron a Cuba de diversificar la producción agrícola al penalizarla con términos de intercambio negativos si no aceptaba granos importados del extranjero. Por esta razón, el país no ha sido capaz de suministrar a sus ciudadanos alimentos adecuados desde el colapso de la red comercial socialista.

Las raciones diarias de alimentos se han regido durante mucho tiempo por el libretta, un folleto que raciona los subsidios mensuales de alimentos básicos como el arroz, el aceite, el azúcar, los frijoles y el jabón.

Desde que la crisis económica de los años 90 (denominada «Período Especial en Tiempos de Paz») provocó la adopción de medidas extremas de austeridad y una enorme disminución del sector estatal, los subsidios alimentarios se han reducido a niveles inferiores a los de subsistencia. A pesar de los intentos innovadores de alimentarse a sí mismos, muchos cubanos pasan hambre.

Para mejorar la distribución de alimentos y aliviar el hambre, se han reabierto los mercados agrícolas gratuitos (MLC), cerrados en 1986 porque habían permitido que algunos cubanos se enriquecieran a costa de otros.

Costumbres alimentarias en ocasiones ceremoniales

Los cubanos son muy aficionados a los dulces, y un pastel es una delicia especial que normalmente se reserva para los cumpleaños. El helado es también una delicia especial y una obsesión nacional; el fabricante nacional de helados «Copelia» es muy conocido por sus finísimos helados, y los cubanos creen que es el mejor del mundo. Una «ensalada» de helado cuesta 5 pesos cubanos, o treinta céntimos de euro.

Matrimonio

En el siglo XIX, la ansiedad por la mayoría afrocubana dio lugar a esfuerzos para «blanquear» a la población. Esta agenda, combinada con una escasez crónica de mujeres, condujo al desarrollo de un código legal y un código informal que calculaba no sólo el origen étnico sino también la riqueza, la reputación de la familia y el estado de virginidad para determinar qué matrimonios de grupos étnicos mixtos eran permisibles.

La transformación de las uniones ilícitas en matrimonios aceptables forma parte de un programa social que trata de aliviar la ansiedad por las relaciones raciales, la ilegitimidad y la escasez de mujeres blancas, especialmente en las zonas rurales.

En el campo, el matrimonio, como en todas las instituciones civiles antes de la Revolución, era mucho menos formal que en la provincia de La Habana. La mayoría de las zonas rurales del este no tenían los servicios regulares de un sacerdote, y las instituciones gubernamentales coloniales no funcionaban bien.

El resultado fue una tradición de matrimonios que seguía las costumbres regionales pero que no contaba con el beneficio de la sanción legal o eclesiástica.

En sus primeros años, la Revolución tomó medidas para formalizar los acoplamientos de «common-law». Si bien algunas de las funciones de reproducción social de la familia fueron asumidas por el estado revolucionario, se ha fomentado el matrimonio en sí. Pero la institución del matrimonio ha sufrido a causa de la nueva igualdad jurídica de la mujer.

Los hombres se han vuelto resentidos por la interrupción de sus privilegios, y las mujeres luchan por participar en el PCC y el FMC, criar a sus hijos, mantener sus hogares y trabajar a tiempo completo fuera del hogar. En estas condiciones, los matrimonios son a menudo tensos, y la tasa de divorcio es mucho más alta que la de los dictadores neocoloniales.

Etiqueta

Ser generoso y hospitalario es una cualidad muy valorada. A diferencia de Centroamérica, las casas no están protegidas por cercas metálicas, las puertas se dejan abiertas y los visitantes son siempre bienvenidos. Es grosero no saludar a cada hombre con un apretón de manos y a cada mujer con un beso en la mejilla.

Tocar como demostración de afecto no es tabú y no tiene connotación sexual. A los cubanos les gusta quejarse y discutir acaloradamente; se dice que una discusión no termina hasta que todos se desploman por el agotamiento. Pero este tipo de argumento es performativo y alivia la tensión social.

El conflicto interpersonal más intenso requiere un enfoque más sutil; los cubanos se resisten al conflicto abierto, por lo que la norma social es minimizar los conflictos interpersonales expresándolos a través de insinuaciones en lugar de acusaciones directas.

Religión

Creencias religiosas

La fe y la práctica religiosa no han sido tan influyentes en la cultura de Cuba como en otras naciones latinoamericanas, por dos razones: primero, en el período colonial el clero católico era casi totalmente peninsular (nacido en España). Representaban el poder externo de España y, por lo tanto, el propio catolicismo era sospechoso, especialmente con la población que apoyaba la independencia.

En segundo lugar, simplemente no había muchos sacerdotes en las zonas rurales, especialmente en Oriente. Aquellos cubanos que optaron por mantener una práctica de fe fueron dejados para producir una religiosidad de su propio diseño. La religiosidad popular que se desarrolló entre los cubanos blancos y criollos era una versión local del catolicismo enriquecida con influencias africanas.

La santería es un producto de este sincretismo religioso. Debido a la historia demográfica de la isla, la Santería -un sistema religioso del pueblo Yorubá de Nigeria que fue traído como esclavo- es más frecuente en la región oriental.

Se basa en el mantenimiento de relaciones, tanto entre personas como entre personas y deidades llamadas orishas. Puesto que los orishas eran comparables e intercambiables con los santos católicos, los esclavos podían ponerse un rostro de piedad católica mientras adoraban a sus propios dioses.

Desde la relajación de la censura estatal en la década de 1990 ha habido un aumento de la actividad misionera protestante en la isla. La membresía de la iglesia católica va en aumento, y el Papa Juan Pablo II fue bienvenido a la isla en enero de 1998 para animar a las multitudes, tanto de fieles como de curiosos.

El protestantismo evangélico está creciendo a un ritmo aún más rápido, alimentado quizás por las desesperadas condiciones materiales que prevalecen en la isla y la necesidad de esperanza de la población en un mar de pobreza y desesperación.

Profesionales religiosos

En 1961, cuando se descubrió que las iglesias se utilizaban como base de conspiraciones contrarrevolucionarias, se invitó a todos los sacerdotes extranjeros a abandonar la isla.

Esta hostilidad se consolidó con la declaración del ateísmo en la primera constitución socialista de 1976. Los líderes religiosos en ejercicio y los fieles fueron excluidos de algunas profesiones y ascensos a altos cargos gubernamentales.

Sin embargo, Castro quedó impresionado por la Teología de la Liberación de América Latina, que se puso del lado de los pobres en sus luchas contra los gobiernos opresivos y el capitalismo neoliberal.

El papel principal de los líderes religiosos cristianos en la revolución socialista nicaragüense fue particularmente destacado por Castro, cuya actitud hacia la religión se suavizó considerablemente como resultado. En la década de 1980, se dio más libertad para imprimir materiales religiosos y predicar, y en 1991, se eliminó la fe como un impedimento para pertenecer al partido.

Rituales y lugares sagrados

Debido a la impopularidad y la supresión de la religión en el período revolucionario temprano, los rituales cristianos públicos son raros.

No hay lugares sagrados a los que se realicen peregrinaciones, aunque las catedrales de Santiago y La Habana son simbólicas y siguen ofreciendo misa. Más común es un altar en el hogar que puede incluir tanto elementos católicos como africanos.

La religión afrocubana es más probable que se celebre públicamente en Oriente. Las iglesias continúan celebrando eventos en el calendario cristiano, pero estos rituales generalmente no se extienden por las calles.

La muerte y el más allá

No hay un patrón común de creencias con respecto a la vida después de la muerte. La Santería mantiene una creencia en la supervivencia de los espíritus ancestrales, y los fieles cristianos tienen una teología del cielo. Los funerales se celebran y pueden invocar imágenes religiosas, pero lo más común es una ceremonia secular en la que se recuerda a la difunta por su contribución al proyecto socialista.

Celebraciones seculares

Dos acontecimientos significativos en la historia de Cuba se celebran anualmente con gran fanfarria. La primera es la fecha simbólica del triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959, cuando Batista huyó a Miami y las guerrillas de la Sierra Maestra llegaron a La Habana.

Esta celebración coincide perfectamente con el Año Nuevo. El segundo acontecimiento es el ataque al cuartel Moncada por Fidel y sus compañeros revolucionarios el 26 de julio de 1953, iniciando simbólicamente el movimiento revolucionario cubano final y triunfante.

Esta celebración coincide con el «carnaval» anual tanto en Santiago como en La Habana. El carnaval, que consiste en canciones y danzas, trajes extravagantes y mucho beber y comer, tiene una historia que precede a la Revolución.

Las artes y las humanidades

Soporte para las artes

El objetivo declarado de la Revolución es fomentar el desarrollo de las capacidades de cada ciudadano, incluso si esos talentos no son económicamente productivos. El Estado apoya a prometedores artistas y escuelas de arte, creando el Instituto Cubano de Cine, el Consejo Nacional de Cultura y la Escuela Nacional de las Artes. Recientemente ha habido financiación externa, ya que el mundo del arte internacional se ha interesado mucho por la producción artística cubana.

Literatura

Los escritores disfrutan de la posición privilegiada de los pensadores visionarios, en parte debido a que el héroe del nacionalismo cubano fue un poeta, José Martí. En los primeros años de la Revolución hubo una censura considerable, pero el Estado relajó la censura en 1987 y ahora permite que las ideas críticas se debatan abiertamente siempre y cuando no inciten a la traición.

Artes gráficas

Aunque la producción artística está apoyada por el Estado, en el pasado también estaba ideológicamente restringida por los censores del Estado. Pero ahora que el arte cubano se ha hecho popular en Estados Unidos y Europa, se ha convertido en una fuente potencial de ingresos externos de turistas y marchantes de arte. El estado se ha vuelto más permisivo con el arte de la protesta desde que se volvió financieramente lucrativo.

El cine ha sido una forma de arte popular y exitosa desde 1959. La Habana acoge cada año el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, de renombre internacional. A los cubanos les encanta ir al cine; es una forma de recreación favorecida y barata, y como la producción cinematográfica ha sido socializada, ir al cine sólo cuesta unos catorce centavos.

Artes escénicas

El lenguaje expresivo, la música y la danza son una herencia cultural que los cubanos expresan con frecuencia. Cualquier cubano puede bailar y disfruta actuando en Carnaval, para turistas o en fiestas. La música afrocubana se interpreta en las esquinas de las calles y en las salas de estar de toda la isla.

Cuba también es conocida mundialmente por el Ballet Nacional de Cuba, cuya fundadora y directora artística, Alicia Alonso, sigue guiando a la compañía y asistiendo a espectáculos. De acuerdo con los ideales del estado socialista, el ballet se financia con fondos públicos, de modo que es accesible a todos los ciudadanos, con un coste aproximado de veinticinco céntimos por función.

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